sábado, 18 de diciembre de 2021

La carta de la letras

 

Les comparto mi cuento, La carta de las letras. Texto que obtuviera el primer lugar en la modalidad de cuento, en el Concurso de Tesis, Ensayo y Cuento 2008, convocado por el entonces IEDF (Instituto Electoral de Distrito Federal). Es un escrito que me ha dado muchas satisfacciones. Se publicó con un tiraje de 5000 ejemplares lujosamente editados. Además, fue publicado como audiolibro con un tiraje de 6000 CD’S, si mal no recuerdo. La ilustración del cuento corrió a cargo de la talentosa artista, Tania Dinorah Recio.




































martes, 14 de diciembre de 2021

Área blanca

 





Área blanca

                                                                     Ramón Cortez Cabello

 

― ¡Oiga esta es un área estéril! ―dijo Carlotita.

    ― ¡Cállate culera!, o te carga la verga ―respondió uno de los sicarios.

   “El pedo no es con ustedes, dijo el otro, pónganse junto a la pared y nada les pasará.” Quise decir algo, pero el tipo me atajó: “Usted ya hizo su trabajo, ahora yo haré el mío”. No dije más, es difícil hacerlo cuando te apunta una metralleta. Fui a reunirme con las doctoras y enfermeras, pretendí no tener miedo cuando les dije: “Tranquilas, todo va a estar bien”. Los pistoleros se acercaron a la mesa de operaciones y con sus cuernos de chivo le volaron la cabeza al paciente que operábamos.

   Después me enteré que había otros matones en recuperación, que otros tomaron el área de urgencias y que el operativo duro pocos minutos. Puedo decir que a mi paciente lo mataron dos veces. Llegó sin signos vitales al hospital, le dimos reanimación cardiopulmonar y, luego de tres horas de operación, habíamos cerrado una lesión de vena cava, extirpado el riñón derecho y reparado el hígado, cerrábamos piel cuando llegaron los sicarios. La última tensión arterial estaba en 110/70. El baleado no iba a morirse, al menos no en cirugía y era probable sobreviviera: se salvó de los tiros que le dieron en la calle, pero no de los recibidos en quirófano.

Es impactante ver cómo matan a alguien a corta distancia. Ya luego pensé en la estupidez de querer razonar con sujetos armados. Por fortuna aquellos tipos sólo mataron a su objetivo y no a quienes hicimos alguna pendejada. Tiempo después nos reímos mucho de Carlotita, sólo a ella se le ocurre regañarlos por no traer ropa estéril. 
 



sábado, 23 de octubre de 2021

¿Hay aquí un doctor?

 



¿Hay aquí un doctor?

                                                                           Ramón Cortez Cabello

Con cierta frecuencia, en foros de internet y redes sociales, surge una discusión: ¿Es correcto llamar doctor a los médicos? Debo decir que, en algunos participantes de esas escaramuzas, más que celo lingüístico, he notado cierta envidia, quizás por el prestigio del que aun gozan los galenos. La verdad no creo haya razón sólida para engancharse en tal debate. No argüiré que el uso del vocablo doctor, para nombrar a los médicos, se contempla en el diccionario, en la segunda acepción de esa palabra. Tampoco mencionaré que la profesión médica es más antigua que el término, o que al principio este último se usaba en exclusiva para nombrar a los oficiantes de la primera. Sólo una cosa diré: El día que, en una sala de espectáculos, campo deportivo, fábrica, calle o cualquier otro sitio se escuche el grito: “¡Auxilio! ¡un doctor!”, y todos sepan que esa exclamación urge la presencia de alguien doctorado en Filosofía, Física Cuántica u otra ciencia y no de un médico, hasta entonces, podríamos discutirlo. Mientras tanto, disculpen, debo retirarme, voy con el doctor a mi control de diabetes.

 

jueves, 21 de octubre de 2021

Gargantilla

 



Gargantilla

                                                                                       Ramón Cortez Cabello

Aunque no era cómodo portarla, muchas veces olvidaba que la traía puesta. En todo caso, las molestias se compensaban con el furor que el collar causaba en el sexo opuesto. “Su éxito con las hembras, decían unos, es gracias a esa rara joya.” No faltó quien buscara colocarse una alhaja semejante. Esfuerzo inútil, sólo él poseía algo así. Otros decían: “el adorno nada tiene que ver, su atractivo se debe a su frondosa cornamenta.” A él no le interesaba saber qué lo hacía tan seductor, sólo gozaba y desperdigaba su semilla. Un día cayó dormido en el campo, tuvo un mal sueño. Cuando despertó se dio cuenta que la pesadilla apenas empezaba. Le habían robado el collar mágico y habían talado su majestuosa cornamenta.






lunes, 10 de mayo de 2021

El sueño

 


El sueño.

                                                                                                                                                              Ramón Cortez Cabello  

Soñé a mi madre. Mis ojos infantiles la vieron en su cama, parecía dormida, era una tarde calurosa. Traía un vestido floreado en varios tonos de azul. Me acosté a su lado, abrió los ojos, me miró con asombro y preguntó preocupada: “¿Qué pasó, hijo?” “Nada, sólo quiero abrazarte,” respondí. La preocupación huyó de su rostro y me cobijó en sus brazos. Sentí su piel, su olor inconfundible, su amor. Luego, cuando el hombre de sesenta años que ahora soy recordó que ella está muerta, desapareció.

   No estoy triste, me hizo feliz volver a verla.