La voz del caracol.
Por Ramón Cortez Cabello.
¿Por qué el
sonido del caracol es triste? ¿Por qué el del huehuetl puede ser triste y a
veces alegre? ―preguntó el profesor.
Nuestra
bulliciosa ignorancia se volvió silencio. Fue el propio maestro quien respondió
su pregunta: “Por la materia que los forma. Según haya vivido el ser que les
dio origen, es el sonido que produce el instrumento hecho con su cuerpo.”
Al mirar nuestros rostros el profesor supo que nada entendimos y, bajo la sombra de un árbol, nos contó dos historias:
“La vida del caracol es muy triste, no tiene voz y le
aflige tener la herramienta para emitir sonidos, su caparazón, y no usarla: los caracoles no pueden soplar. Por eso, cuando muere y su concha se
usa como instrumento, produce un sonido que recuerda su tristeza.
Por otra
parte, el sonido del Huehuetl es melancólico porque semeja al de las hachas que
echaron abajo el árbol del que proviene. Pero suena alegre cuando recuerda el canto de los pájaros que en él anidaron, el piar de los
polluelos y el paso de la cálida brisa entre sus ramas.”